Roberto Castro abre sus puertas en el centro de Alcalá de Henares a finales de los años 90 con el objetivo de provocar emociones a través del mundo de la joyería. Los diseños se caracterizan por un estilo único e imaginativos, donde el metal noble, las gemas y las perlas cobran vida.

La inspiración para mis piezas surge a partir de la unión de la geometría y las formas encontradas de la naturaleza. Siempre me han interesado las texturas, no solo busco lo visual sino las sensaciones a partir del sentido del tacto. Cada pieza la considero única por su proceso de creación y su elegido cuidado en la elección personal de las piedras que la acompañan.

"Las piezas me absorben, consiguen que la realidad desaparezca... es una sensación especial, es convertirme en ellas mismas, intento darles ese toque de vida para conseguir que tengan luz y entreguen todo su potencial"